Emprender como autónomo o sociedad limitada
A la hora de comenzar un negocio o empresa, lo podemos hacer como autónomos, siendo empresa como persona física, o constituirnos como empresario dentro de una sociedad limitada.
El cualquier caso, el empresario tendrá que estar dado de alta como autónomo, ya sea como persona física o como administrador de una empresa, pero cambiarán la responsabilidad.
A la hora de decidir si emprendemos una empresa como persona física o si nos decantamos por crear una sociedad, para lo que deberíamos aportar el capital social y seguir una serie de pasos para su constitución, debemos tener en cuenta tres puntos fundamentales:
1️⃣ Un autónomo responde con su patrimonio
Lo primero que debemos tener en cuenta es que un autónomo tiene una responsabilidad con su patrimonio y todo lo que esté a su nombre. Mientras que, en el caso de una sociedad, el empresario tiene una responsabilidad limitada y todas las deudas y obligaciones van a responder con los bienes de la propia sociedad.
2️⃣ Volumen de facturación
El segundo punto importante a la hora de decantarnos hacia un autónomo o una sociedad limitada es nuestra facturación. De forma muy simplificada, si vamos a facturar aproximadamente más de 30.000 euros anuales nos puede convenir constituirnos como sociedad. Es una frontera aproximada, que se podría estudiar más detenidamente en cada caso, pero nos sirve como referencia general.
3️⃣ Contratación de personal
La contratación de personal implica una serie de obligaciones y constituye un riesgo, por lo que hacerlo como sociedad limita este riesgo.